SALTA.- Quién no recuerda hoy aquellas duras palabras que el Gobernador de Salta, en la cúspide de su egolatría, dedicó al secretario general de la Confederación General del Trabajo, Hugo Moyano, cuando lo calificó como 'piantavotos'.
Ha corrido mucha agua bajo el puente desde entonces y ni los egos son los mismos ni los piantavotos los que solían ser.
Urgido por la necesidad de atrapar votos como sea, el Gobernador de Salta -cuya distancia sociológica e ideológica con la clase obrera se puede medir en magnitudes siderales- no ha dudado en coquetear abiertamente con los más duros sindicalistas lugareños, a los que en algún caso ha llegado a seducir con su confuso aunque engolado discurso.
Es el caso del histórico líder de la poderosa Unión Tranviarios Automotor seccional Salta, un sindicato de base con gran implantación en los servicios públicos, que siempre ha tenido sus más y sus menos con los gobiernos de turno, por la sencilla razón de que estos protegieron siempre los desmedidos intereses de los empresarios del transporte de pasajeros en desmedro de los derechos de los trabajadores.
Pero «el duro» ha capitulado con el poder de la forma más suave, como lo demuestra la fotografía del pasado 2 de noviembre en la que se lo ve inaugurando el microestadio sindical junto al Gobernador de la Provincia; el mismo que etiquetó de piantavotos al sindicalista más poderoso del país.
El resultado no se ha hecho esperar. Oscar Cruz, que durante las últimas tres décadas controló con mano de hierro el combativo sindicato de conductores del transporte de pasajeros ha perdido las elecciones y deberá abandonar su cargo. La lista opositora, liderada por Jorge Flores le ha copado la parada y se ha impuesto en las urnas en buena lid.
No está muy claro ahora quién es el verdadero «piantavotos», si Moyano o Urtubey.
Pero como las desgracias nunca vienen solas, el abrazo de Urtubey a los sindicalistas salteños se ha vuelto tan peligroso como el beso de la viuda negra.
Caído Cruz, las malas vibraciones gubernamentales han sacudido los basamentos telúricos de la poderosa UOCRA. Su secretario general en Salta, Augusto Ortiz, quien también aparece en la fotografía cortando las cintas con Urtubey, lamentablemente ha fallecido, dejando un profundo vacío de liderazgo en un sector de actividad especialmente castigado por las políticas antiobreras del gobierno provincial.
Hugo Moyano no habrá estudiado en los mejores colegios parroquiales de la ciudad, pero seguramente no saldrá a devolver atenciones. Es decir, que por educación y elegancia, guardará silencio y no calificará de fúlmine a quien hace tres años y medio lo calificó públicamente de piantavotos.
Publicado en iruya.com
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