SALTA.- La Intendencia de Salta, que ha dejado una ciudad abandonada durante más de una década, ha resuelto ponerse en marcha, habida cuenta las intenciones electorales de su conductor, Miguel Isa.
Pavimentó -lo que es una manera de decir- varias cuadras, en zonas de tránsito VIP, a las que cubrieron con una capa de brea. Lo malo es que esa carpeta no podía llegar hasta el cordón cuneta, puesto que impediría el flujo del agua en días de lluvia, quedando un vacío a cada costado, que se han tornado en una trampa mortal para automovilistas, que impiden que se abran las puertas de los vehículos una vez que se estacionan y que causan severos inconvenientes entre los ancianos y discapacitados motrices.
Luego, decidieron hermosear el Parque San Martín, cerrando un sector con una reja, impidiendo de esa manera, el uso del predio para el público.
Luego resolvieron sanear el Lago, sacando peces y patos. Los primeros, se murieron todos por falta de manejo profesional. Había allí carpas de hasta 16 kilos. Los patos, andan deambulando por las adyacencias (los pocos que sobrevivieron).
Luego hicieron un concurso para remodelar las peatonales que ganó un estudio de arquitectos litoraleño. Lo raro es que iniciaron una obra con presupuesto declarado de $21.000.000 que no tiene nada que ver con el proyecto vencedor. Se trata de un mamarracho híbrido, de pésimo gusto y con el agravante que impide el acceso de vehículos de seguridad (ambulancias, bomberos, policiales) en razón de la estrechez.
Además, como si fuera poco, reemplazaron las farolas coloniales por unos tubos que asemejan respiraderos de servicios higiénicos, los que fueron atornillados al piso y que a las pocas horas de ser habilitados se bambolean de lado a lado por efecto de la ruptura de los bulones y por la ausencia de un alma de hormigón que los contenga bajo la superficie.
Como si fuera poco, erradicaron los clásicos bancos de plaza por unos bodoques de cemento sin respaldo ni sentido estético alguno, en los que nadie se puede sentar en verano sin correr el riesgo de cocinarse los glúteos.
El Diario El Tribuno, del candidato a Gobernador y actual Senador Nacional, se refiere a todo esto como un "hilo de la corrupción" y menciona como a su principal beneficiario, al empresario de la construcción Alonso Crespo, pero no recuerda que quien lo llevó al mundo oficial fue el propio Juan Carlos Romero, quien lo contempló entre sus invitados exclusivos en su viaje de descanso a Brasil luego de ganar los comicios de 1991. En su comitiva iba otro que también se hizo rico durante su gestión: el fallecido publicista Julio Castillo.
Pero eso no es nada: ahora comenzaron a pavimentar el entorno del Monumento al General Martín Miguel de Güemes, un vasto jardín donde las familias y turistas solían reunirse para tomar mate o refrescarse charlando sentados sobre el pasto.
Hay algunos interrogantes que surgen de esta situación: ¿Miguel Isa decidió suicidarse políticamente? ¿No tiene jefe de prensa? ¿O todos los que lo rodean son sus enemigos?
Y otra para reír o llorar: el nuevo Jefe de Gabinete, el ex radical y ex romerista Napoleón Gambetta hizo un anuncio extraordinario: habilitó una cuenta de Whatsapp para que los ciudadanos le manden fotos de los baches de las calles. ¡No se puede creer!
Por: Juan Antonio Abarzúa Rojo
El Diario de Salta
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