SALTA.- Las Redes Sociales están registrando el rechazo a la obra de “remodelación” de las Peatonales que la Municipalidad y el Gobierno de la Provincia de Salta han emprendido, destrozando estilo y patrimonio público, demostrando el mayor desprecio por la opinión del vecino.
Con calificaciones como “estilo despótico para tratar la cosa pública”, “negociado”, “estafa a la sociedad”, y otros aún peores, los ciudadanos se quejan airadamente del modelo que están imponiendo que nada tiene que ver con el proyecto ganador.
En los países con funcionarios civilizados y cultos, cambios como estos se someten previamente a una audiencia pública, de allí a un concurso y luego se ejecuta el que ganó.
En Salta se llamó al concurso, se gastó en el mismo, se eligió un ganador, y luego, un empresario privado habría impuesto su criterio y sus negocios para llegar a este vejamen patrimonial.
Así lo hacen porque el pueblo nunca reacciona, y lo más probable sea que una vez pasada esta efervescencia en las Redes, el ambiente se calme, las peatonales queden desfiguradas, los salteños callados utilizándoles y los supuestos dineros negociados en las cuentas bancarias correspondientes.
Bien dice el dicho aquel: “Los pueblos que olvidan sus raíces, pierden la conciencia de su destino”.
Redacción El Diario de Salta
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