Salta: ¿Por qué ganan siempre los mismos? http://ift.tt/1C5I47p

Criticar la actuación de los dirigentes es una tarea muy sencilla, basta un café, un par de parroquianos y listo. Pero se olvida la gente de que esos dirigentes han salido del seno de la misma sociedad que comparten todos, son en parte, como ellos mismos.

De forma que antes de la crítica, debiera ejercitarse una autocrítica, porque se habla siempre de que “la gente no aprende a votar”, cuando muchos de los que dicen esto son los que han votado por esos que ahora aborrecen. Este es un fenómeno muy extendido en la historia electoral argentina.

Cuando Cristina Kirchner ganó por el 54%, ¿quién la votó? En Salta, cuando Juan Manuel Urtubey se llevó un 60% de los votos, ¿quién lo votó? Será “el Pueblo”, esos, “los otros”, que como se suele afirmar, cuando se critica algo de alguien, en realidad se está diciendo de los defectos de uno mismo.

Por lo tanto, sería muy simplista pensar de que la situación cambiará si gana “fulano” o “mengano”, mucho menos si el que está pretende seguir quedándose. ¿Qué garantía de cambio o evolución puede dar el que ya estuvo en el poder dos periodos? ¿Acaso en el tercero podrá hacer algo nuevo? Es imposible, por tiempo y por lo demostrado.

Ese ese “Pueblo” el culpable de la permanencia de los que gobiernan, y si quiere progresar tiene que comenzar a desalojar a los que ya llevan más de una década (y hasta dos) en el poder. Porque esos que se quedan se aburguesan y terminan cuidando más sus intereses personales que los públicos.

Son ellos quienes se encargan de predicar una orfandad y se proponen como salvadores, mientras la gente en su ignorancia no se da cuenta de que está allanando el camino del tirano.

Todos los rótulos posibles han sido ya probados, el dictador, el líder, el “zurdo”, el “facho”, el liberal y el neoliberal, el golpista y el cipayo, todas divisiones maniqueas que han servido nada más que para dividir a la masa favoreciendo el negocio de una dirigencia que se pelea sólo para la tribuna, pero que puertas adentro termina siempre arreglando.

El sistema de gobierno ya no va a cambiar, los que están van a seguir quedándose, desde las sombras volviendo los que estuvieron, y mientras encuentren aval en los votantes, jamás van a irse.

Si el Pueblo quiere cambios, el Pueblo tiene que cambiar.

Redacción El Diario de Salta

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