La primera invasión a Irak tuvo un propósito electoral:
George Bush padre cargaba con un problema de imagen negativa en un período preelectoral,
y en vez de resolver la economía decidió apostar al chauvinismo barato y
embistió contra su ex amigo Saddam Hussein, quien había invadido Kuwait también
por problemas domésticos derivados de la inútil y extenuante contienda con
Irán.
La segunda invasión a Irak fue solamente un objetivo
comercial estadounidense: contratistas y armas para el Pentágono, petróleo y,
eventualmente, reconstrucción de obras civiles. Fue el inicio del derrumbe de
la economía estadounidense con George Bush hijo a la cabeza
Ahora Irak está a punto de decretar el estado de emergencia
nacional porque radicales del Estado Islámico de Irak y el Levante, cercano a
Al Qaeda, tomaron el control de las principales ciudades. La situación es de
tal gravedad que el propio Gobierno iraquí provee de armas a quienes decidan
luchar contra el EIIL.
Frente a esta situación, el Gobierno de Barak Obama anunció
que está listo para las operaciones militares “si nuestra seguridad nacional
está amenazada", quien señaló además que "EE.UU. está interesado en
que los seguidores de la Yihad no tengan un campo de operaciones en Irak",
aseguró Obama, hablando de la situación en el país.
Las autoridades iraquíes enviaron una solicitud a la
Administración del presidente de EE.UU. para que contemple la posibilidad de
utilizar aviones no tripulados estadounidenses para combatir a los terroristas
que continúan socavando la situación en el país.
Para los rusos, la situación en Irak ilustra "el
fracaso completo de la aventura que comenzó principalmente EE.UU. y el Reino
Unido, y que finalmente ha terminado fuera de control".
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