El periodismo ha demostrado su fuerza otra vez y la zaga de
denuncias publicadas en un medio de prensa local sobre supuestas
irregularidades en el Instituto Provincial de la Vivienda han dado por tierra
con el Presidente de ese Organismo, Fernando Alesanco, quien debió renunciar a
su cargo.
La renuncia de Alesanco vendría dada en el marco de un
supuesto pacto entre el Gobierno y el Presidente de la Cámara de Diputados,
Manuel Santiago Godoy, mediante el cual este último exigió públicamente reclamaría “un pedido de informes: quiero
conocer todos los detalles de este tema”, dijo el legislador.
Sabido es que Godoy no mueve la lapicera si no tiene un
motivo y su carrera no se ha caracterizado precisamente por llevar al Recinto funcionarios
sospechados de corrupción. De modo entonces que anunciando Godoy que pediría
informes, se forzaba la renuncia de Alesanco para evitar que tuviera ir a dar
detalles públicamente y exponerse a la picota de algunos opositores que
aprovecharían muy bien la ocasión para disparar sobre el Gobierno provincial.
Así todos quedan bien, Godoy que cumple con su función de
censor de los actos del Ejecutivo, el funcionario (Alesanco) que dimite por “razones
éticas y morales” al sentirse sospechado y el Gobierno de la Provincia que no
debe dar explicaciones a nadie.
Matías Posadas al IPV
Conocida la renuncia de Alesanco, el Ejecutivo provincial
designó al Diputado Matías Posadas como interventor del IPV, un hombre que
tiene puesta y asegurada con candados la camiseta “U”, por lo que pensar en un
cambio rotundo de política no cosa que se pueda esperar.
Mientras tanto el ex Presidente del Organismo, Fernando
Alesanco, podría pasar quizás a revistar en alguna tercera o cuarta línea como
asesor de algo, tal ha sido siempre el destino de los funcionarios de este
Gobierno cuando dejan su cargo.
Por ahora, explicaciones esclarecedoras no se escuchan.
(Redacción El Diario de Salta)
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