La fecha fue instituida por la Sociedad Argentina de
Escritores (SADE), en homenaje al natalicio de Leopodo Lugones cuya vida estuvo
signada por la tragedia. Su adhesión al golpe militar de José Félix Uriburu lo
torna una figura controvertida.
Leopoldo Lugones nació en Villa María del Río Seco, en Córdoba.
Entre muchas de las acciones y obras que emprendió, Lugones fundó la Sociedad
Argentina de Escritores (SADE) que, luego del suicidio del poeta, estableció el
día de su natalicio como el Día del Escritor. Lugones no fue olvidado pero su
tumultuoso y resonante paso terrenal es aún materia de controversia y polémica.
Fue el último intelectual en intentar ser ideólogo y
protagonista, a la vez, de un proyecto político, una saga que se inicia con
Mariano Moreno y culmina con él. Se sintió el heredero de Domingo Faustino
Sarmiento y buscó asemejarse hasta en sus propias y específicas frustraciones.
Se sintió “incomprendido” por parte de los sectores
populares como pensador público y eso lo llevó a pensarse un hombre superior. Apoyó
el Golpe de Estado de José Félix Uriburu en 1930 y éste le ofreció la dirección
de la Biblioteca Nacional, cargo que él habría honrado. Lugones lo rehusó,
alegando que el amor de la patria lo había llevado a participar en la
revolución y que, por consiguiente, no podía aceptar de su triunfo un beneficio
personal.”
Compartió grupo con hombres de la talla de José Ingenieros,
Roberto Payró, Ernesto de la Cárcova, escribió en el periódico socialista
"La Vanguardia" y en la "Tribuna". A los 22 años comienza a
escribir en "La Nación", promovido por su amigo Rubén Darío. Publicó
su primer libro "Las montañas del oro" (1897), basado en una
influencia tardía del Romanticismo Francés.
Entre sus obras se pueden nombrar: "Crepúsculos del
jardín" (1905); "Lunario sentimental" (1909); "Las fuerzas
extrañas" (1906); "Cuentos fatales" (1926). En "El
Payador" (1916); "Didáctica" (1910); "Las limaduras de
Hephaestos" (1910), "Estudios Helénicos" (1924) y "Nuevos
estudios Helénicos" (1928).
En 1910, la conmemoración del Centenario de Mayo representó
el cenit del movimiento de afirmación de los valores y tradiciones nacionales.
Bajo ese impulso, Lugones publicó varios trabajos: "Odas seculares"
(1910) y la "Historia de Sarmiento" (1911).
Su trabajo incesante se plasmó en numerosos escritos,
artículos de prensa y conferencias que le merecieron el nombramiento en la
Asamblea de Cooperación Intelectual de la Liga de las Naciones (1924), el
Premio Nacional de Literatura (1926) y la presidencia de la Sociedad Argentina
de Escritores, fundada con su impulso (1928).
Puso fin voluntariamente a su vida en una isla del Tigre.
Los boletines informativos sorprendieron a la opinión pública tanto como a
quienes lo trataban cotidianamente en la Biblioteca Nacional de Maestros.
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