jueves, 18 de diciembre de 2014

La desarticulación del peronismo en Salta, o la traición de la oligarquía http://ift.tt/1wp9czh

Los Romero - Cornejo - Urtubey


SALTA.- Históricamente, la Provincia de Salta ha sido un baluarte del peronismo cuyo basamento no ha sido otro que vigencia del mandato popular. Las bases, el pueblo, habían comprendido el sentido social del Movimiento fundado por el General Perón y fueron desde siempre leales a ese mandato.


Si bien es cierto que el espectro ideológico del peronismo es tan amplio que permitió que la izquierda y la derecha –incluso las “ultras”- convivan dentro, también en esa movilidad las clases oligárquicas, tradicionales enemigas del peronismo tuvieron su lugar.


En la Provincia de Salta, la oligarquía se filtró en la dirigencia peronista pero no llegó al poder sino a través de líderes populares, y no pudiendo con su mandato genético, terminaron traicionando a quienes les permitieron llegar al poder.


Un líder indiscutido de sólida proyección popular fue Don Roberto Romero, quien logró movilizar al peronismo desde todas sus facciones en pos de un proyecto común de Provincia. El ciudadano, peronista o no, podía acceder a la persona de Don Roberto Romero sin más trámite que hacer cola los días en que el Gobernador tenía esa audiencia pública.


Fue entonces que la Provincia despertó del letargo de más de tres décadas de gobiernos conservadores y dictatoriales y llegó a cumbres inéditas, de las cuales el Norte Grande fue la más ambiciosa y que de haberse logrado hubiera ganado incluso al posterior Mercosur.


Pero Don Roberto Romero cometió el error de confiar su legado a un representante de la oligarquía más rancia, el CPN Hernán Hipólito Cornejo, quien a poco de asumir violó todos los tratos preexistentes, desconoció la obra de Roberto Romero, y en suma, terminó ejerciendo uno de los gobiernos más retrógrados de que se tenga memoria.


Cuando fue el turno del Doctor Juan Carlos Romero, se reeditó aquella forma de gobernar para todos y con todos, la prueba fue que el Gabinete estuvo integrado con representantes de todos los sectores, y la Provincia de Salta alcanzó un nivel de desarrollo que la posicionó entre las más destacadas del país, incluso a nivel internacional.


Lamentablemente, Juan Carlos Romero cometió el mismo error de su padre y abrió el camino para que llegara a la Gobernación Juan Manuel Urtubey, hijo dilecto del proyecto romerista. El joven Mandatario venía agitando un mensaje de cambio y esperanza que bien pronto se vio truncado con la elección de personajes provenientes exclusivamente de las clases altas, empobrecidas económicamente y únicamente portadoras de apellidos que alguna vez fueron ilustres.


Amigos, socios y familiares llenaron los cargos públicos y el Gobierno de Salta se convirtió en la más anacrónica postal política, no vista de los tristes tiempos de la “Década Infame” cuando se practicaba el “Fraude Patriótico” como herramienta para mantenerse en el poder.


La historia se repite y los dirigentes peronistas, formados en la fragua del mensaje del General Perón y de Eva Perón, han quedado olvidados, separados y manoseados por jovenzuelos soberbios que se dicen peronistas y que ni siquiera saben cantar “La Marcha” en los actos, mucho menos conocen la mística del peronismo.


En un rapto de evasión neuronal, Urtubey aplaudió a Máximo Kirchner diciendo que los hijos de dirigentes “tienen genes políticos”, una peligrosa interpretación cercana a la teoría del derecho divino para quedarse a gobernar “ad eternum”.


Por eso, el desafío para los ciudadanos el año próximo, será reconquistar el lugar del peronismo en Salta para consolidar la democracia, o quedar en manos de los soberbios oligarcas que se apropiaron del Estado.


Redacción El Diario de Salta







from El Diario de Salta http://ift.tt/1wp9czh

via IFTTT

No hay comentarios:

Publicar un comentario